Los tiempos han cambiado y con esto las dinámicas de “herencia” de la autoridad en las empresas familiares.
En estos momentos donde prima la satisfacción personal ante la tradición familiar, los herederos por derecho de la administración de las empresas han buscado, en muchas ocasiones, otros caminos de mayor satisfacción.
Esto genera un reto para el padre o el abuelo que ya quiere entregar la dirección de la empresa, pero que muchas veces no encuentra dentro de su núcleo familiar (mucho más reducido que en tiempos pasados) quién tenga el deseo, las habilidades y los conocimientos para asumir el reto. Llega entonces la pregunta ¿Qué hacer? ¿Qué pasará con el legado familiar que tantos beneficios ha traído a todos?
Ante este reto muchas son las posibilidades que permiten conservar el patrimonio familiar con o sin la empresa que generó desarrollo por varias generaciones:
GOBIERNO CORPORATIVO-PROTOCOLO DE FAMILIA: La implementación de esta alternativa requiere establecer unas condiciones claras (escritas y aceptadas) para determinar de qué forma se realizará la administración de la empresa por parte de personas que pertenezcan a la familia o que sean ajenos a ella. Permite esto delegar las decisiones del día a día en un administrador y conservando dentro de la familia la supervisión general y las decisiones mayores. Requiere esto de la implementación de varios organismos que garanticen el buen funcionamiento tales como:
Asamblea general de accionistas: Son los propietarios de la compañía en una proporción de acciones de acuerdo a sus derechos heredados o comprados. Estos en su reunión anual (o extraordinaria según su requerimiento) toman las decisiones de gran impacto (Junta directiva, Repartición de dividendos, Objeto social, venta, fusión, adquisición).
Revisoría fiscal: Esta figura, requerida o no según el tamaño de la organización, es quien vigila en nombre de los accionistas que la contabilidad refleje adecuadamente la realidad de las transacciones, que los activos estén conservados adecuadamente, que las transacciones realizadas sean legales y anuncia a los dueños de la empresa de cualquier irregularidad que pueda presentarse. Esta posición responde directamente ante los dueños de la empresa y no ante la administración.
Junta directiva: Nombrada por la asamblea para establecer las directrices de la operación y hacer seguimiento a los resultados. Nombra al Gerente o Administrador según los retos empresariales y es la encargada de establecer las directrices estratégicas de la compañía para lograr su mejor desempeño.
Gerente o administrador: Quien sigue las directrices generales establecidas en la junta directiva y dirige la organización. Ejecuta el presupuesto asignado y es responsable de los resultados junto con el equipo que el mismo elije o confirma.
FUSIÓN: La unión con otra empresa similar o que complemente la actividad familiar permite continuar con el legado y desligarse de la administración directa. Garantizando que la unión de las dos empresas tenga una estructura tal y como se describió en el punto 1, la familia puede conservar su patrimonio, aumentarlo si la fusión obtiene eficiencias que generen ahorros o mayores ingresos por la combinación de las dos empresas. Esta opción permite (si todo se maneja adecuadamente) que la suma de una nueva entidad genere mejores resultados que las dos partes por separado, presenta grandes retos especialmente en el tema del personal pues las culturas corporativas pueden ser muy diferentes y el ajuste de los empleados a las nuevas dinámicas puede ser un reto importante.
VENTA: En muchas ocasiones esta puede ser la mejor opción para todos, pues las actividades de las nuevas generaciones no están alineadas con las de la empresa lo cual puede generar sentimientos encontrados dentro del núcleo familiar. En algunas ocasiones y ante la no garantía de la línea de sucesión es recomendable la venta de la compañía que garantice la continuidad y preserve los empleos de quienes los acompañaron durante el tiempo.
Aunque esta opción puede ser considerada como un final también puede ofrecer nuevas oportunidades en otras ramas de desarrollo más alineadas con los intereses de las nuevas generaciones. Con los ingresos obtenidos se pueden establecer inversiones en títulos de renta fija, acciones y otros que ofrezcan a la familia una liquidez en el tiempo un incremento del patrimonio y una seguridad en el tiempo.
ADMINISTRACIÓN DELEGADA: Esto cuando la familia decide no salir del negocio familiar como una decisión temporal o definitiva, pero quiere conservar su operación. Delega la administración de sus bienes y empresas en figuras administrativas o jurídicas (tales como las fiduciarias) estableciendo unas reglas claras del negocio y los resultados esperados.
Como mencionamos anteriormente esta situación se está presentando actualmente con mas frecuencia en el pasado debido a las dinámicas sociales, los hijos no necesariamente están siguiendo la misma carrera de sus padres llevados por un acto inconsciente, casi automático. Ahora las nuevas generaciones buscan lo que realmente los haga felices (bienvenida esta decisión) y no por esto deben sentir ninguna culpa o arrepentimiento. Existen alternativas para continuar con el legado y son totalmente válidas, lo que mas debe importar ante este caso es la conservación de la unidad familiar.
Por: Francisco Alejandro Escobar Mejía
- Master en Ciencias de administración, Administrador de empresas agropecuarias, bilingüe con experiencia en liderazgo de compañías de diferentes sectores; con fortalezas en finanzas, proyectos, sistemas de gestión, tecnología y liderazgo de equipos de trabajo. - Director del Grupo de apoyo para personas con depresión
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