Escrito por Paula Catalina Betancourt, Terapeuta Espiral. Especialista en biodescodificación.
La abundancia y la escasez no son cosas diferentes, porque ambas son caras de la misma moneda. Cuando existe abundancia de creencias, existe abundancia de pensamientos limitantes, de desconexión espiritual y de falta de amor propio.
Los seres humanos tomamos decisiones cada día. Unas de forma consciente y la gran mayoría de forma inconsciente, impulsados por nuestro juego interior que se da a raíz de una configuración de creencias y patrones, situados en lo profundo de nuestro inconsciente. A pesar de esto, las personas, equivocadamente, ponen la atención en los frutos del árbol, creando así pensamientos obsesivos sobre los resultados que obtienen o desean obtener. Dejan a un lado la grandiosa posibilidad de enfocarse en todo lo que subyace al interior.
La gran primera decisión que tenemos en nuestras manos, se toma desde el amor propio. Supone sentarnos con nosotros y dejar salir a flote las cosas que nos hacen actuar desde el miedo a perder. Cada uno de nosotros posee comportamientos adaptativos, la pregunta es ¿Qué ventaja te trae haber activado ese comportamiento?
La abundancia puede ser libertad o esclavitud, también es una elección: Disfrutar la vida y lo que haces; o quedarte con un trabajo, relación y cosas que solo te llevan a sufrir. Ser abundante en la abundancia tiene muchas ventajas; pero son muchísimas las personas que desean ser prosperas y abundantes...y solo se alimentan de lo mismo.
Todo en el universo se crea dos veces, es decir, primero en la mente y luego en lo físico. El primer paso es centrarnos en nuestro cerebro, en la información que le suministramos. ¿Con qué lo bombardeamos cada día?. Le das información que no te sirve para nada, solo para sentir escasez es; o, en cambio, le das información y formación que te oriente a lo que deseas. A veces es necesario hacer una dieta informativa ¿Para qué exponerse a menudo a información que genera sentimientos negativos en ti?. Busca poner una diana: decir no a muchas cosas que no te aportan y sí a lo que elijes, a donde quieres ir.
Esto no se refiere a dejar de disfrutar la vida por enfocarse solo en conseguir cosas materiales, más bien, nos invita a que las cosas que hagas las disfrutes y a la vez te aporten. ¿Quiéres ser rico para demostrar que eres valioso? Tú decides si eres valioso o no lo eres, vives dentro de tu propia historia. ¿Estás repitiendo patrones familiares de escasez o abundancia? Obsérvalos, libéralos a través de terapia y decide confiar en ti.
Para vivir en la abundancia de la abundancia, se necesitan cambios radicales: miedo por amor, culpa por aceptación, envidia por admiración y queja por gratitud. Sintonizar es la clave, y luego compartir y aportar al mundo, generando escenarios para que los otros liberen su potencial. Sin duda alguna, esta decisión necesita nuestra disposición al 100% para comprometernos con nosotros mismos a ser abundantes, agradecidos y felices.
Si tu abundancia solo se refiere a poder estar cómodo, te aseguro que lo vas a lograr; porque la comodidad es la clave de una zona de confort. Despierta a una vibración más alta, a una realidad más amplia, a hacer valer tu creatividad y en especial...a inspirar.